Hace tiempo que me traigo entre manos una historia. Arrancó muy bien, pero pronto me quedé atascado y lo abandoné una temporada, esperando retomarlo mientras me dedicaba a unos cuantos relatos. Mi productividad escritora cayó en picado durante muchos meses. De vez en cuando volvía a leer lo que llevaba escrito, me seguía gustando, pero no encontraba la forma de continuar. Durante un par de meses escribía un par de capítulos y volvía a dejarlo hasta que me acordaba de nuevo de aquel archivo que tenía en el ordenador. Cuando contaba con un poco de tiempo libre, trabajaba a media jornada, me metí de lleno en el asunto de dirigir mi propia academia. Hasta que nos pusimos al día, aprendimos muchas cosas, me adapté al ritmo de llevar la empresa y a la vez continuar con mis clases, en fin que no es que haya escrito mucho en los dos últimos años.
Aunque después de mi típico intento veraniego, un capítulo y ahí se quedó de nuevo colgado, hacia finales de Septiembre, Octubre más bien, empecé a leer de nuevo desde el principio, pasando una corrección que me había hecho David. Pues desde ese momento ha vuelto a cobrar sentido, me encantan los personajes, la historia va fluyendo y pienso que el ritmo no decae.
Todo este rollo para contar que hoy he alcanzado la página 100. Para mí es una frontera psicológica muy importante, ya me pasó con Sombras. Antes de ese número tan redondo, tenía algo, ahora sé que tengo un proyecto de novela. La cuesta arriba hasta ahora ha sido dura, espero que la bajada de la ladera sea más llevadera, aunque me encuentre grandes obstáculos por el camino.
Aunque después de mi típico intento veraniego, un capítulo y ahí se quedó de nuevo colgado, hacia finales de Septiembre, Octubre más bien, empecé a leer de nuevo desde el principio, pasando una corrección que me había hecho David. Pues desde ese momento ha vuelto a cobrar sentido, me encantan los personajes, la historia va fluyendo y pienso que el ritmo no decae.
Todo este rollo para contar que hoy he alcanzado la página 100. Para mí es una frontera psicológica muy importante, ya me pasó con Sombras. Antes de ese número tan redondo, tenía algo, ahora sé que tengo un proyecto de novela. La cuesta arriba hasta ahora ha sido dura, espero que la bajada de la ladera sea más llevadera, aunque me encuentre grandes obstáculos por el camino.
Comentarios
Buena suerte. De 100 para adelante sólo es carretera abierta.
¡Saludos!
Y es que es verdad. Llega un momento en el que sabes que vas a acabar con lo que has empezado.
Eso sí, alcanzar la "frontera psicológica muy importante", cuesta y cuesta...
Por cierto, si lo pones a doble espacio ya son 200 páginas!!!!!
Ahora en serio, felicidades y sigue aporreando teclas!!!