
El personaje que representa Will Smith es un superhéroe, alcohólico y amargado por ser el único de su especie. Sus intervenciones para salvar a alguien, siempre resultan desastrosas, no porque no consiga su objetivo, si no porque los enormes daños que causa a vehículos, autopistas, edificios, etc... La policía y el ayuntamiento lo han declarado poco menos que persona non grata, si a eso se le unen sus escasos modales, no goza de muchas simpatías entre el público. Entonces su camino se tropieza con el de Ray, un publicista interpretado por Jason Bateman, cuando Hancock le salva de morir aplastado por el tren. Como agradecimiento Ray invita al superhéroe a comer en su casa, allí le presenta a su mujer Mary, Charlize Theron y Aaron, su hijo.
Ray piensa que con una campaña de publicidad adecuada, puede convertir la mala imagen de Hancock en un icono que todos amen y respeten. Para conseguir eso le pide a Hancock que deje la bebida y que ingrese de forma voluntaria en la cárcel como gesto de buena fe hacia la ciudad. Al principio, la idea de reformarse, no le hace mucha gracia, pero cambiará de opinión, siguiendo paso por paso la estrategia de lavado de cara que ha diseñado Ray para él.
Hancock tiene momentos de comedia, en los que tan cómodo se siente Will Smith, acción (como no podría ser menos en una película de superhéroes) y drama. Los efectos especiales con correctos, aunque en un par de escenas se note demasiado el exceso de CGI. El ritmo de la película es trepidante, pues apenas nos deja unos breves momentos de respiro.
Se supone que la historia no bebe de ningún cómic, que es por completo original, quizás por eso mismo, el resultado en pantalla, resulte mucho mejor que la media de adaptaciones de personajes superheroicos. O tal vez, porque no contemos con un material con el que compararlo. Aunque según ADLO, es una historia derivada de un guión que se encargó a Rob Liefield para que lo protagonizara Tom Cruise, llamada The Mark.
A pesar de que es una película bastante entretenida, pienso que podían haberle sacado mucho mayor partido a los orígenes de Hancock y explotar eso. Quizás en manos de otro director o productores, el último tercio de la cinta conduciría a otras conclusiones y llegaría a otros resultados más arriesgados. Hancock no es la típica película de hombre con superpoderes y un traje ajustado, marcando músculo que tienen que derrotar al villano de turno. Diferente, original, pero se queda a un paso de resultar extraordinaria.
©2008 Alejandro Guardiola
Comentarios
No sé si me explico.