Nada mejor para aliviar el calor que ya nos agobia que la lectura de una buena novela policiaca:
“Deuda de sangre” (RBA, serie negra 2014), es una reedición de la novela de Michael Connelly, muy famosa por su adaptación cinematográfica con Clint Eastwood
encarnando al protagonista. Connelly es uno de los maestros modernos de
la literatura policiaca, aunque es más conocido por la serie de su
personaje Harry Bosch.
Terry McCaleb es un exagente del FBI especializado en crímenes perpetrados por asesinos en serie. Como consecuencia del estrés producido por su actividad, sufrió una infección en el corazón que le obligó a necesitar un trasplante y a un retiro prematuro de su trabajo. En el comienzo de la novela, el autor nos muestra a un McCaleb que se encuentra en fase de recuperación después del trasplante y que se está tomando la vida con calma. Se encuentra dedicado a seguir las indicaciones de su doctora, a tomarse los medicamentos, a controlar sus constantes vitales, a restaurar el viejo barco que le dejó su padre, a pescar… En definitiva, ha abandonado la vorágine que significaba ser un agente de la ley persiguiendo criminales para dedicarse a actividades que no lo agobian y que le proporcionan una paz y un descanso con los que antes no contaba. Como es habitual en las novelas de género, esa falta de acción no durará demasiado.
Una mujer visita a McCaleb en su barco. Resulta que se trata de la hermana de Glory Torres, la mujer donante del órgano que lleva el protagonista en el pecho. Graciela, la hermana de Glory, le explica al exagente por qué razón se ha preocupado en buscarlo. Glory fue asesinada en un atraco a una tienda y piensa que el departamento de policía no está haciendo todo lo que debería para hallar al culpable y le pide su ayuda. McCaleb no se compromete a nada, al fin y al cabo su especialidad son los asesinos en serie. Solo le promete que hablará con los detectives encargados para averiguar en qué estado se encuentra el caso.
El elevado sentido de la justicia de McCaleb le obligará a seguir investigando más allá del punto que se había propuesto en un principio, como mera cortesía hacia la familia de la persona cuyo corazón porta en su interior. Descubrirá que los detectives de la policía no se han esforzado demasiado en su cometido. En el mundo de McCaleb no puede quedar un crimen impune si él puede evitarlo. Porque se lamenta de los asesinos en serie que no fue capaz de atrapar durante su carrera. En el sentido estricto es un ciudadano corriente, un civil, que no tiene placa, ni licencia de investigador, pero que conoce todos los vericuetos del sistema policial y de la ley.
Terry McCaleb es un exagente del FBI especializado en crímenes perpetrados por asesinos en serie. Como consecuencia del estrés producido por su actividad, sufrió una infección en el corazón que le obligó a necesitar un trasplante y a un retiro prematuro de su trabajo. En el comienzo de la novela, el autor nos muestra a un McCaleb que se encuentra en fase de recuperación después del trasplante y que se está tomando la vida con calma. Se encuentra dedicado a seguir las indicaciones de su doctora, a tomarse los medicamentos, a controlar sus constantes vitales, a restaurar el viejo barco que le dejó su padre, a pescar… En definitiva, ha abandonado la vorágine que significaba ser un agente de la ley persiguiendo criminales para dedicarse a actividades que no lo agobian y que le proporcionan una paz y un descanso con los que antes no contaba. Como es habitual en las novelas de género, esa falta de acción no durará demasiado.
Una mujer visita a McCaleb en su barco. Resulta que se trata de la hermana de Glory Torres, la mujer donante del órgano que lleva el protagonista en el pecho. Graciela, la hermana de Glory, le explica al exagente por qué razón se ha preocupado en buscarlo. Glory fue asesinada en un atraco a una tienda y piensa que el departamento de policía no está haciendo todo lo que debería para hallar al culpable y le pide su ayuda. McCaleb no se compromete a nada, al fin y al cabo su especialidad son los asesinos en serie. Solo le promete que hablará con los detectives encargados para averiguar en qué estado se encuentra el caso.
El elevado sentido de la justicia de McCaleb le obligará a seguir investigando más allá del punto que se había propuesto en un principio, como mera cortesía hacia la familia de la persona cuyo corazón porta en su interior. Descubrirá que los detectives de la policía no se han esforzado demasiado en su cometido. En el mundo de McCaleb no puede quedar un crimen impune si él puede evitarlo. Porque se lamenta de los asesinos en serie que no fue capaz de atrapar durante su carrera. En el sentido estricto es un ciudadano corriente, un civil, que no tiene placa, ni licencia de investigador, pero que conoce todos los vericuetos del sistema policial y de la ley.
Esas destrezas y ventajas le servirán
para pasar por encima del departamento de policía de Los Ángeles, del
departamento del sheriff, del mismo FBI… Por suerte, Terry McCaleb
conserva buenas amistades e importantes contactos de su época de agente
que siempre se encontrarán dispuestos a hacerle un favor, incluso
poniendo su trabajo en riesgo.
Los detectives y agentes encargados del caso, perciben a McCaleb como un intruso desagradable que está metiendo las narices, poniendo en evidencia a la investigación oficial y sacando a la luz detalles o pistas que a ellos se les han pasado por alto. Así que debido a eso, recibirá una gran hostilidad por parte de quienes hace poco tiempo se encontraban en el mismo bando que él para combatir la delincuencia.
Poco a poco irá implicándose más en el caso, descubrirá otros crímenes y cabreará a bastante gente en el proceso. Contará con la ayuda de la detective del sheriff Jaye Winston, antigua colaboradora y con la que mantiene una buena relación profesional; con un viejo amigo en el departamento de balística del FBI, Vernon Carruthers; y con una especie de escudero y sidekick en la forma de su vecino de barco en el puerto, Buddy Lockridge, abnegado amigo que lleva a Terry de un lado a otro, porque él no puede conducir. También significa que el protagonista recuperará diferentes sensaciones olvidadas.
Por un lado, la inmersión en una investigación, concentrarse en encontrar un indicio en fotografías, vídeos e informes; la adrenalina y la vorágine que tan perjudiciales resultan para el recién trasplantado, al estar a punto de dar un paso hacia adelante por haber descubierto una nueva pista… Además, en la parte personal, McCaleb se encontrará en una posición en la que tiene sentimientos hacia una persona especial, y para que ello fructifique, necesita encontrar al culpable del asesinato de Glory Torres, aunque sea lo último que haga en su vida.
Los detectives y agentes encargados del caso, perciben a McCaleb como un intruso desagradable que está metiendo las narices, poniendo en evidencia a la investigación oficial y sacando a la luz detalles o pistas que a ellos se les han pasado por alto. Así que debido a eso, recibirá una gran hostilidad por parte de quienes hace poco tiempo se encontraban en el mismo bando que él para combatir la delincuencia.
Poco a poco irá implicándose más en el caso, descubrirá otros crímenes y cabreará a bastante gente en el proceso. Contará con la ayuda de la detective del sheriff Jaye Winston, antigua colaboradora y con la que mantiene una buena relación profesional; con un viejo amigo en el departamento de balística del FBI, Vernon Carruthers; y con una especie de escudero y sidekick en la forma de su vecino de barco en el puerto, Buddy Lockridge, abnegado amigo que lleva a Terry de un lado a otro, porque él no puede conducir. También significa que el protagonista recuperará diferentes sensaciones olvidadas.
Por un lado, la inmersión en una investigación, concentrarse en encontrar un indicio en fotografías, vídeos e informes; la adrenalina y la vorágine que tan perjudiciales resultan para el recién trasplantado, al estar a punto de dar un paso hacia adelante por haber descubierto una nueva pista… Además, en la parte personal, McCaleb se encontrará en una posición en la que tiene sentimientos hacia una persona especial, y para que ello fructifique, necesita encontrar al culpable del asesinato de Glory Torres, aunque sea lo último que haga en su vida.
Puedes leerla completa en el siguiente enlace.
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