El Guardián entre el Centeno fue, sin duda, la mejor lectura en el instituto, comparada con los coñazos insufribles que nos obligaban a leer. Esa fue la primera vez que lo leí. No tenía ni idea de qué iba, pero recuerdo que lo devoré con ansia en una época en la que, aunque me gustaba leer, no siempre estaba leyendo un libro. Apenas profundizamos mucho sobre él en la clase de lengua.
Después me dediqué al inglés, y en una asignatura de Novela Norteamericana contemporánea lo teníamos como una de las lecturas y además debíamos hacer un trabajo en grupo. Entonces se transformó en Catcher in the Rye y la palabra "phony" pronunciada en innumerables ocasiones por el protagonista, en una obsesión. Fruto del trabajo común, aprendimos a indagar en los entresijos de la novela: la hipocresía, la transición de niño a adulto y los temas de la inocencia y la experiencia que ya conocíamos por las obras de William Blake. Nos quedó un trabajo más que decente y creo que nos pusieron un notable.
La tercera vez que lo leí fue tiempo después, por gusto. Lo disfruté mucho más que las dos veces anteriores, la primera por desconocimiento y por desgana adolescente, la segunda, por que era una tarea y más que la novela en sí, nos importaba lo que quería decir el autor, la estructura, los personajes... Esta última, al abrir las páginas, estaban repletas de anotaciones a lápiz en inglés y en español, subrayadas las frases de Holden, las de Phoebe, los "phony" etc... En esta ocasión con el conocimiento de las etapas de mis dos lecturas anteriores, disfruté como "el guardián entre el centeno" que quiere ser Holden Caulfield.
Salinger ha muerto a los 91 años, de causas naturales, en su casa, donde permanecía retirado de la vida pública desde hacía tiempo.
Después me dediqué al inglés, y en una asignatura de Novela Norteamericana contemporánea lo teníamos como una de las lecturas y además debíamos hacer un trabajo en grupo. Entonces se transformó en Catcher in the Rye y la palabra "phony" pronunciada en innumerables ocasiones por el protagonista, en una obsesión. Fruto del trabajo común, aprendimos a indagar en los entresijos de la novela: la hipocresía, la transición de niño a adulto y los temas de la inocencia y la experiencia que ya conocíamos por las obras de William Blake. Nos quedó un trabajo más que decente y creo que nos pusieron un notable.
La tercera vez que lo leí fue tiempo después, por gusto. Lo disfruté mucho más que las dos veces anteriores, la primera por desconocimiento y por desgana adolescente, la segunda, por que era una tarea y más que la novela en sí, nos importaba lo que quería decir el autor, la estructura, los personajes... Esta última, al abrir las páginas, estaban repletas de anotaciones a lápiz en inglés y en español, subrayadas las frases de Holden, las de Phoebe, los "phony" etc... En esta ocasión con el conocimiento de las etapas de mis dos lecturas anteriores, disfruté como "el guardián entre el centeno" que quiere ser Holden Caulfield.
Salinger ha muerto a los 91 años, de causas naturales, en su casa, donde permanecía retirado de la vida pública desde hacía tiempo.
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