Los aficionados a ver series en inglés saben qué quiere decir el título de esta entrada. Para los que no, me explico, el palabro significa el capítulo final de la temporada de una serie. Sí, donde nuestros héroes contraen matrimonio, se divorcian, matan al malo malísimo que lleva haciéndoles la puñeta durante 21 episodios, consiguen el sagrado objeto mágico que en otras manos es capaz de destruir el mundo, o más sencillo, ligarse a la muchacha maciza que conoció en el primer episodio. Es decir, el desenlace que esperan los teleespectadores con ansia.
Parece que la huelga de guionistas ha obligado a que varias series recorten los episodios previstos de la presente temporada. La primera fue Prison Break (se emite por la sexta en la actualidad), que se quedó en 13, con un cierre de la historia bastante redondo, por lo que parece que no habrá una 4ª, pero nunca se sabe. La segunda temporada de Héroes que en principio iban a ser 22 capítulos, resultó partida en dos porciones de 11 y regresará en septiembre con el segundo volumen.
Más recientemente han terminado Mujeres Desesperadas, 17, Samantha Who,15 Sobrenatural, 16, Medium, 16, Urgencias, 19, Smalville, 20. La media de capítulos por temporada de una serie de las productoras punteras suele encontrarse entre los 20 y los 25 episodios por temporada con una duración de entre 20 (este es un formato típico de las comedias) y los 45 minutos.
Otras productoras de contenidos por cable como Showtime (L Word, Dexter, Weeds) y HBO (Los Soprano, A Dos Metros Bajo Tierra, Carnivale, Deadwood, Roma), mantienen a sus series en los 12 ó 13 episodios por entrega anual, siendo cada capítulo de unos 50 minutos. Este formato favorece que se ahonde en los personajes sin que la historia se alargue en demasía, por lo que el producto no pierde interés.
Ahora bien, esta reducción de capítulos redunda en los espectadores que nos encontramos ante unos meses en los que disfrutamos de los momentos más interesantes de nuestras series favoritas. ¿No será, que las interminables temporadas con inifinitos capítulos que no avanzan nada en la historia nos aburren? ¿No resultaría mejor acortar a unas 15 ó 16 las entregas por temporada? Como por ejemplo, lo que está pasando en este momento con Perdidos que terminará también las próximas semanas, siendo esta 4ª temporada la más espectacular y potente de la serie, sin historias de relleno.
House a la que se había acusado de tener una estructura recurrente, remontó en los primeros capítulos con el casting que convoca Gregorio Casas, cual reality show, para conseguir un equipo nuevo, pero agarránse los machos que los dos últimos episodios van a ser tremendos, termina esta semana también en el capítulo 15.
La que me tiene mosqueado es Bones o Huesos (en España la emite la Sexta), porque de esta no conozco cuántos capítulos serán, pero lleva ya 14. La serie en sí no es gran cosa, el esquema se repite hasta la saciedad, encuentran el cádaver de alguien, por medio del estudio de sus huesos con las ultimísimas técnicas forenses descubren pistas que les conducen al asesino, no sin antes haber errado con un par de sospechosos, siempre igual. Pero en cambio los personajes son más interesantes y espero que pronto se produzca el esperado romance entre la doctora Temperance Brennan (Emily Deschanel) y el agente especial del FBI Seeley Booth (David Boreanaz).
Conclusión: que los guionistas hagan más huelgas, por favor, para que los adictos a las series tengamos nuestro entretenimiento favorito condensado en menos episodios, pero de mayor gozo.
©2008 Alejandro Guardiola
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