
Hola, inicio sección con una crítica sobre Nicho de Reyes que colgué originalmente en www.sedice.com en el foro Rincón del Autor. Que os guste.
Crítica Nicho de Reyes
Mi primera impresión general sobre la novela, es que se trata de una historia muy ambiciosa, de la que estoy aguardando impaciente su segunda parte, ya que he disfrutado mucho con la primera.
Sin embargo, tiene sus peros, y desde mi modesta opinión intentaré reseñarlos.
El prólogo, es muy denso, en el sentido que se ofrece mucha información con la intención de poner en antecedentes al lector, aunque lo que consiguió fue confundirme. En lugar de abrumar con tantos datos, genealogías, guerras, se podrían dejar caer todos esos detalles y acontecimientos a lo largo de la historia. Es decir, comprendí mucho mejor quién era hijo de quién y sus pormenores durante el transcurso de la novela que en el mismo prólogo.
En cuanto a la primera parte, en especial en los cuatro primeros capítulos, se interrumpe la acción con la narración en varios casos. Dos ejemplos: en el Capítulo 1, la descripción de los aposentos de Elvor y la posterior descripción física de Ikra, suponen unos soberbios ejercicios descriptivos, aunque a costa de frenar en demasía la acción. El segundo, es la llegada de Sir Yavin a las puertas de Galador y la explicación del escudo de Abisinia: impresionante, las razones de cada uno de los motivos que lo forman. Sin embargo, perjudica al desarrollo de la acción, ya que se ralentiza mucho. Me distraigo tanto con el escudo que no recuerdo qué era lo que hacía Sir Yavin ni por qué estaba a las puertas de la ciudad.
En el capítulo cuarto cabe reseñar la fenomenal narración de la transformación de uno de los personajes, muy logrado.
En general, durante los primeros capítulos la narración es lenta, cosa que se arregla a partir del 5º, en el que la historia comienza a fluir sin interrupciones ni pausas, aquí es donde me ganaste, porque me enganché. Me agradó en particular la historia personal de Sir Yavin. En este punto de inflexión la historia crece en ritmo y en personalidad. Así como también crecen sus personajes, que tienen que tomar decisiones sobre su futuro inmediato en pocos minutos. La narración se torna menos densa y farragosa, y avanza con mano firme hasta su cenit.
Gran trabajo en cuanto a la caracterización de los personajes principales. Mostrando un manejo magistral del lenguaje en el vocabulario de las partes de las armaduras, las armas, las sillas de montar, yelmos… Creedme y si no, leedlo.
Quizás me haya extendido más con la primera parte, pero en cambio sobre la segunda, pocas cosas hay que decir.
La acción discurre sin entretenimientos, se mantiene al lector expectante sobre lo que se encontrará al pasar la página.
Me gusta en especial el barco, que constituye por sí mismo un personaje más. También destaco las descripciones de los miembros de la tripulación. ¡Tobías describe con pormenores a cada uno de los marineros! ¿Cuántos son? ¿Veinte, treinta personajes? Me descubro ante tamaño trabajo.
En adelante, la historia camina hacia un final inesperado, que mantiene el suspense, invitándonos a leer nuevas aventuras en el siguiente volumen de la saga.
Conclusión: primero, y como factor negativo, encontré numerosas erratas, además de expresiones que en castellano no suenan bien del todo, y que (supongo), serán calcos del valenciano.
Segundo, me agradó el tratamiento que se le da a la magia.
Tercero, gran caracterización de los personajes, tanto en las descripciones físicas como en sus motivaciones. Cada uno de ellos construye la historia y no al revés.
Cuarto, a pesar del lento comienzo, se soluciona más adelante, extendiéndose la historia, que te atrapa y no puedes dejarla.
En definitiva, aunque existen algunos puntos a mejorar (nombres de los personajes y toponimia), se sobrepone la maestría de la historia narrada.
La bonita edición y las ilustraciones de M. Calderón son estupendas. Enhorabuena, Tobías. Has parido un libro excelente.
Sin embargo, tiene sus peros, y desde mi modesta opinión intentaré reseñarlos.
El prólogo, es muy denso, en el sentido que se ofrece mucha información con la intención de poner en antecedentes al lector, aunque lo que consiguió fue confundirme. En lugar de abrumar con tantos datos, genealogías, guerras, se podrían dejar caer todos esos detalles y acontecimientos a lo largo de la historia. Es decir, comprendí mucho mejor quién era hijo de quién y sus pormenores durante el transcurso de la novela que en el mismo prólogo.
En cuanto a la primera parte, en especial en los cuatro primeros capítulos, se interrumpe la acción con la narración en varios casos. Dos ejemplos: en el Capítulo 1, la descripción de los aposentos de Elvor y la posterior descripción física de Ikra, suponen unos soberbios ejercicios descriptivos, aunque a costa de frenar en demasía la acción. El segundo, es la llegada de Sir Yavin a las puertas de Galador y la explicación del escudo de Abisinia: impresionante, las razones de cada uno de los motivos que lo forman. Sin embargo, perjudica al desarrollo de la acción, ya que se ralentiza mucho. Me distraigo tanto con el escudo que no recuerdo qué era lo que hacía Sir Yavin ni por qué estaba a las puertas de la ciudad.
En el capítulo cuarto cabe reseñar la fenomenal narración de la transformación de uno de los personajes, muy logrado.
En general, durante los primeros capítulos la narración es lenta, cosa que se arregla a partir del 5º, en el que la historia comienza a fluir sin interrupciones ni pausas, aquí es donde me ganaste, porque me enganché. Me agradó en particular la historia personal de Sir Yavin. En este punto de inflexión la historia crece en ritmo y en personalidad. Así como también crecen sus personajes, que tienen que tomar decisiones sobre su futuro inmediato en pocos minutos. La narración se torna menos densa y farragosa, y avanza con mano firme hasta su cenit.
Gran trabajo en cuanto a la caracterización de los personajes principales. Mostrando un manejo magistral del lenguaje en el vocabulario de las partes de las armaduras, las armas, las sillas de montar, yelmos… Creedme y si no, leedlo.
Quizás me haya extendido más con la primera parte, pero en cambio sobre la segunda, pocas cosas hay que decir.
La acción discurre sin entretenimientos, se mantiene al lector expectante sobre lo que se encontrará al pasar la página.
Me gusta en especial el barco, que constituye por sí mismo un personaje más. También destaco las descripciones de los miembros de la tripulación. ¡Tobías describe con pormenores a cada uno de los marineros! ¿Cuántos son? ¿Veinte, treinta personajes? Me descubro ante tamaño trabajo.
En adelante, la historia camina hacia un final inesperado, que mantiene el suspense, invitándonos a leer nuevas aventuras en el siguiente volumen de la saga.
Conclusión: primero, y como factor negativo, encontré numerosas erratas, además de expresiones que en castellano no suenan bien del todo, y que (supongo), serán calcos del valenciano.
Segundo, me agradó el tratamiento que se le da a la magia.
Tercero, gran caracterización de los personajes, tanto en las descripciones físicas como en sus motivaciones. Cada uno de ellos construye la historia y no al revés.
Cuarto, a pesar del lento comienzo, se soluciona más adelante, extendiéndose la historia, que te atrapa y no puedes dejarla.
En definitiva, aunque existen algunos puntos a mejorar (nombres de los personajes y toponimia), se sobrepone la maestría de la historia narrada.
La bonita edición y las ilustraciones de M. Calderón son estupendas. Enhorabuena, Tobías. Has parido un libro excelente.
© Alejandro Guardiola 2006
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