Mi reseña de El último lapón de Olivier Truc:
La historia comienza cuando sucede el robo de un tambor tradicional de los samis (lapones) de un centro cultural de Kautokeino en la Laponia noruega. Esta acción pone de relieve unas diferencias sociales larvadas entre los ciudadanos de origen noruego y los de etnia sami. Las autoridades locales al ser un tema menor y relacionado con los lapones encargan la investigación a la policía de los renos, una especie de cuerpo especial transnacional, cuya responsabilidad consiste en solucionar las disputas entre los ganaderos de renos, una de las actividades económicas más importantes de la región. La policía de los renos fue creada después de la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de que los noruegos no le robaran sus renos a los lapones y tiene jurisdicción en Noruega, Suecia y Finlandia.
Klemet Nango es el oficial más veterano de la policía de los renos y quien mejor conoce la región y a sus conciudadanos, pues aunque de origen sueco, es lapón. Le encomiendan la misión de encontrar el tambor robado del centro cultural. Lo acompañará Nina Nansen, una policía novata y joven, noruega del sur, que tendrá que ir aprendiendo todo sobre el lugar, sus habitantes y sus costumbres.
El robo del tambor pasará a segundo plano cuando aparezca asesinado un pastor de renos a pocos metros de su refugio. Entonces se ponen de manifiesto los odios y las diferencias religiosas que habían permanecido adormecidos durante decenios. Al tratarse de un ganadero de los renos, Klemet y Nina también se verán involucrados en la investigación de este crimen. El conocimiento sobre el asesinato del lapón se extiende enseguida por la localidad y comenzarán las manifestaciones de grupos a favor de los lapones y de fundamentalistas religiosos en contra de ellos. Todo ello con un inminente congreso de la ONU sobre poblaciones autóctonas y las autoridades y los políticos presionando para que se resuelvan ambos crímenes cuanto antes.
“El último lapón” es una novela policiaca ambientada en un lugar de clima extremo y en la que pequeños elementos que, en principio, no parecen demasiado importantes, se convierten en fundamentales para comprender el conjunto de las tramas. El paisaje nevado, la tundra, el frío polar, los renos, las auroras boreales, las pocas horas de luz, son en la práctica personajes tan o más relevantes que los de carne y hueso, pues siempre se encuentran de fondo y los protagonistas deben adaptarse a ellos, quieran o no. La novela se desarrolla en una región en la que las fronteras no las marcan los estados, sino la nieve, el hielo y las manadas de renos.
La historia es interesante, porque el
autor nos cuenta muchas cosas sobre el pueblo sami, que seguro que
desconocemos: sus orígenes, costumbres, tradiciones, historia, los
agravios históricos y las persecuciones que han sufrido por parte de una
rama de los luteranos radicales, etc. Esta información está bastante
bien integrada en el conjunto de la novela y en ningún momento parece
que el autor te esté dando una clase magistral, ni que la información
esté metida con calzador.
En cuanto a los personajes principales Klemet y Nina, de la policía de los renos, el primero aparece mejor dibujado e incluso se nos da bastante trasfondo para comprenderlo. De la segunda, apenas contamos con unas breves pinceladas de su pasado en un pueblo pesquero junto a un fiordo en el sur de Noruega y se apunta un hecho traumático en su infancia o juventud que no llegamos a conocer. Incluso hasta el final me quedan dudas sobre varios de los rasgos y de las acciones de Klemet, pues Nina es mucho más transparente e impulsiva. En cambio, el carácter del veterano policía de los renos resulta mucho más reflexivo, parco en palabras y se atormenta por su origen lapón como una cuestión fundamental de su existencia. No tiene claro si está honrando la memoria de sus antepasados, ni si está haciendo cuanto puede para ayudar a los sami que se encuentran a su alrededor. También se plantea si es un verdadero lapón o no. Esas inseguridades del personaje se van a poner de relieve en la investigación del crimen y del robo del tambor, en sus relaciones con personajes secundarios que conoce de toda la vida, rencillas que vienen de años atrás y en sus torpes acercamientos a las mujeres.
En cuanto a los personajes principales Klemet y Nina, de la policía de los renos, el primero aparece mejor dibujado e incluso se nos da bastante trasfondo para comprenderlo. De la segunda, apenas contamos con unas breves pinceladas de su pasado en un pueblo pesquero junto a un fiordo en el sur de Noruega y se apunta un hecho traumático en su infancia o juventud que no llegamos a conocer. Incluso hasta el final me quedan dudas sobre varios de los rasgos y de las acciones de Klemet, pues Nina es mucho más transparente e impulsiva. En cambio, el carácter del veterano policía de los renos resulta mucho más reflexivo, parco en palabras y se atormenta por su origen lapón como una cuestión fundamental de su existencia. No tiene claro si está honrando la memoria de sus antepasados, ni si está haciendo cuanto puede para ayudar a los sami que se encuentran a su alrededor. También se plantea si es un verdadero lapón o no. Esas inseguridades del personaje se van a poner de relieve en la investigación del crimen y del robo del tambor, en sus relaciones con personajes secundarios que conoce de toda la vida, rencillas que vienen de años atrás y en sus torpes acercamientos a las mujeres.
Lee el resto de la reseña aquí.
Comentarios