AVISO: Quien no haya visto la 5ª temporada que no siga leyendo, porque si entrais en este post entiendo que seguís la serie, así que no pondré signos de spoilers. Avisados quedais.
Bien, a pesar de no ser un final espectacular como en la pasada temporada y que dejaba al personaje en el aire, el último episodio nos muestra algo que nos han enseñado en pildoritas durante toda la temporada, el serial killer asocial, poco menos que una ameba en cuanto a empatía y capacidades sociales, tiene sentimientos y es capaz de mostrarlos. ¿Consecuencia de la muerte de Rita? Puede ser.
Yo desde luego no vi venir este final y auguraba más sangre y personajes muertos. Cosa que no ha sido así (excepto en el caso de Jordan Chase).
En general la temporada ha sido excelente, al nivel de la anterior, aunque la sombra de Trinity (John Lithgow) es alargada y es casi imposible superar su actuación como estrella invitada. El primer episodio era un poco como epílogo de la temporada anterior y servía al personaje para aceptar la pérdida, también a nosotros como espectadores a acostumbrarnos a que no veríamos más a la dulce Rita, que servía como una especie de ancla del personaje, que no olvidemos es un asesino en serie. A partir de ahí Dexter retomaba poco a poco su vida habitual, buscaba asesinos de inocentes a los que matar, volvía al trabajo en la comisaría.
Y entonces llegó Lumen. Uno de los grandes aciertos de esta temporada ha sido la incorporación de Julia Stiles en el papel de Lumen. La vinculación de Dexter con ella, que va in crescendo, al mismo nivel que el riesgo de ser descubierto y que le incriminen, es un punto fuerte para continuar viendo la serie capítulo tras capítulo.
Sí, Dexter es capaz de compadecerse de una inocente, es capaz de prestar auxilio a quien le solicita ayuda (su especial tipo de ayuda, claro), de enamorarse de nuevo, de que su último amor le rompa el corazón, de sentir amor por sus hijos y de superar la muerte de Rita en una de las últimas escenas, deshaciéndose del anillo.
El episodio final, más que la caza del malo de la temporada, que se resuelve de una forma muy rápida para mi gusto, es una reconstrucción del estado de las cosas como se encontraban antes: Deb y Quinn, Batista y Laguerta, los niños en casa queriéndole, Dexter solo.
Me ha sobrado el caso de los Malamuerte que no ha aportado demasiado, excepto ver la evolución de Debra como policía.
Espero que el año que viene exploten más los pequeños cabos sueltos que han quedado de esta: Quinn sabe quien es Dexter, pero no hará nada en su contra porque le ha hecho un gran favor (también digo que se libra muy rápido de la acusación porque había más pruebas como las llamadas de teléfono). Debra ha estado más cerca que nunca de descubrir quien era en realidad su hermano.
Una temporada estupenda que ha recibido tres nominacionas a los Globos de Oro: Mejor serie de drama, Mejor Actor dramático (Michael C. Hall) y mejor Actriz Secundaria (Julia Stiles).
Bien, a pesar de no ser un final espectacular como en la pasada temporada y que dejaba al personaje en el aire, el último episodio nos muestra algo que nos han enseñado en pildoritas durante toda la temporada, el serial killer asocial, poco menos que una ameba en cuanto a empatía y capacidades sociales, tiene sentimientos y es capaz de mostrarlos. ¿Consecuencia de la muerte de Rita? Puede ser.
Yo desde luego no vi venir este final y auguraba más sangre y personajes muertos. Cosa que no ha sido así (excepto en el caso de Jordan Chase).
En general la temporada ha sido excelente, al nivel de la anterior, aunque la sombra de Trinity (John Lithgow) es alargada y es casi imposible superar su actuación como estrella invitada. El primer episodio era un poco como epílogo de la temporada anterior y servía al personaje para aceptar la pérdida, también a nosotros como espectadores a acostumbrarnos a que no veríamos más a la dulce Rita, que servía como una especie de ancla del personaje, que no olvidemos es un asesino en serie. A partir de ahí Dexter retomaba poco a poco su vida habitual, buscaba asesinos de inocentes a los que matar, volvía al trabajo en la comisaría.
Y entonces llegó Lumen. Uno de los grandes aciertos de esta temporada ha sido la incorporación de Julia Stiles en el papel de Lumen. La vinculación de Dexter con ella, que va in crescendo, al mismo nivel que el riesgo de ser descubierto y que le incriminen, es un punto fuerte para continuar viendo la serie capítulo tras capítulo.
Sí, Dexter es capaz de compadecerse de una inocente, es capaz de prestar auxilio a quien le solicita ayuda (su especial tipo de ayuda, claro), de enamorarse de nuevo, de que su último amor le rompa el corazón, de sentir amor por sus hijos y de superar la muerte de Rita en una de las últimas escenas, deshaciéndose del anillo.
El episodio final, más que la caza del malo de la temporada, que se resuelve de una forma muy rápida para mi gusto, es una reconstrucción del estado de las cosas como se encontraban antes: Deb y Quinn, Batista y Laguerta, los niños en casa queriéndole, Dexter solo.
Me ha sobrado el caso de los Malamuerte que no ha aportado demasiado, excepto ver la evolución de Debra como policía.
Espero que el año que viene exploten más los pequeños cabos sueltos que han quedado de esta: Quinn sabe quien es Dexter, pero no hará nada en su contra porque le ha hecho un gran favor (también digo que se libra muy rápido de la acusación porque había más pruebas como las llamadas de teléfono). Debra ha estado más cerca que nunca de descubrir quien era en realidad su hermano.
Una temporada estupenda que ha recibido tres nominacionas a los Globos de Oro: Mejor serie de drama, Mejor Actor dramático (Michael C. Hall) y mejor Actriz Secundaria (Julia Stiles).
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