FELL, Ciudad Salvaje, reúne en un volumen los primeros ocho números de esta colección. Cuando Warren Ellis publica una nueva serie, todo el mundo quiere que sea otra vez The Authority, o que deje de involucrarse de una vez en tantos proyectos y que finalice de una vez la siempre postergada Planetary.
Fell es una serie muy sencilla, ni siquiera tiene superhéroes, al contrario es género negro en un entorno agobiante y denso, una vez más conseguido por el dibujo difuminado y las acuarelas de Ben Templesmith.
Richard Fell es un detective de la policía al que destinan a la ciudad de Snowtown, una pequeña pero oscura y corrupta localidad repleta de maníacos. Richard tiene que adaptarse a como se hacen las cosas en su nuevo departamento, compuesto por su jefe y otros tres policías más. Enseguida tendrá que decidir quienes están de su lado y quienes son sus enemigos, descubrir qué es el extraño símbolo que se extiende por todas las calles de Snowtown y comenzar a perseguir asesinos y violadores.
A pesar de la historia policiaca, se encuentra llena de momentos de humor negro. El propio Fell con su cinismo e ironía contribuye a ello. El protagonista es un policía que ya se encuentra de vuelta de todo y del que se intuye que cometió un error muy grave o que enfadó a alguien importante, porque Snowtown es una suerte de destierro, un infierno, un delirio de ciudad al que nadie en su sano juicio iría de buen grado. En este aspecto los diálogos de Ellis son un pilar importante, pues uno de los fuertes del tebeo son las relaciones entre los personajes.
Otro elemento a destacar, es la trama de tinieblas con la que el dibujante envuelve cada viñeta, evocando una Snowtown cubierta por una niebla perenne, con unos fondos difusos sin línea de dibujo y que contribuyen al misterio, al suspense y, en ciertos pasajes, al terror. También sirve para desdibujar a los propios personajes, porque de otra forma, no lograrían ser tan grotescos y extraños como nos los presentan. Es posible, que el dibujo de Templesmith sea plano, que no tenga perspectiva ni volumen, pero ningún otro habría conseguido plasmar con tanto acierto las ideas de Warren Ellis en el papel, ni transmitir esa incertidumbre, cercana al horror, con la que llena el autor cada hoja, porque en Snowtown puede ocurrir cualquier cosa, y no será un suceso agradable, seguro.
El formato es un poco diferente al típico comic-book al que estamos acostumbrados. Los capítulos estan formados por 18 páginas, más una serie de extras (recopilados en este tomo al final), con comentarios de los autores y aportaciones de los lectores. Como curiosidad, cada historia, cada nuevo caso de Fell, está basado en un suceso real.
Un cómic entretenido, recomendado tanto para los amantes del género negro, como para los del género de terror.
Está publicado por Norma Editorial.
Fell es una serie muy sencilla, ni siquiera tiene superhéroes, al contrario es género negro en un entorno agobiante y denso, una vez más conseguido por el dibujo difuminado y las acuarelas de Ben Templesmith.
Richard Fell es un detective de la policía al que destinan a la ciudad de Snowtown, una pequeña pero oscura y corrupta localidad repleta de maníacos. Richard tiene que adaptarse a como se hacen las cosas en su nuevo departamento, compuesto por su jefe y otros tres policías más. Enseguida tendrá que decidir quienes están de su lado y quienes son sus enemigos, descubrir qué es el extraño símbolo que se extiende por todas las calles de Snowtown y comenzar a perseguir asesinos y violadores.
A pesar de la historia policiaca, se encuentra llena de momentos de humor negro. El propio Fell con su cinismo e ironía contribuye a ello. El protagonista es un policía que ya se encuentra de vuelta de todo y del que se intuye que cometió un error muy grave o que enfadó a alguien importante, porque Snowtown es una suerte de destierro, un infierno, un delirio de ciudad al que nadie en su sano juicio iría de buen grado. En este aspecto los diálogos de Ellis son un pilar importante, pues uno de los fuertes del tebeo son las relaciones entre los personajes.
Otro elemento a destacar, es la trama de tinieblas con la que el dibujante envuelve cada viñeta, evocando una Snowtown cubierta por una niebla perenne, con unos fondos difusos sin línea de dibujo y que contribuyen al misterio, al suspense y, en ciertos pasajes, al terror. También sirve para desdibujar a los propios personajes, porque de otra forma, no lograrían ser tan grotescos y extraños como nos los presentan. Es posible, que el dibujo de Templesmith sea plano, que no tenga perspectiva ni volumen, pero ningún otro habría conseguido plasmar con tanto acierto las ideas de Warren Ellis en el papel, ni transmitir esa incertidumbre, cercana al horror, con la que llena el autor cada hoja, porque en Snowtown puede ocurrir cualquier cosa, y no será un suceso agradable, seguro.
El formato es un poco diferente al típico comic-book al que estamos acostumbrados. Los capítulos estan formados por 18 páginas, más una serie de extras (recopilados en este tomo al final), con comentarios de los autores y aportaciones de los lectores. Como curiosidad, cada historia, cada nuevo caso de Fell, está basado en un suceso real.
Un cómic entretenido, recomendado tanto para los amantes del género negro, como para los del género de terror.
Está publicado por Norma Editorial.
©2008 Alejandro Guardiola
Comentarios