
Lo primero que llama la atención cuando te enfrentas a este tebeo, es la portada, un rostro difuminado sin contornos definidos con unos terribles y afilados dientes de pez. Los autores plantean la siguiente cuestión, un grupo de vampiros se van a dar cita en la pequeña ciudad de Barrow, en Alaska, aprovechando que en un mes no va a ponerse el sol. Como poco este punto de partida es bastante original y curioso dentro de la temática vampírica que está muy trillada, en muchos casos por malas películas.
Una oleada de vampiros aparecen y arrasan la ciudad, dándose un festín de sangre. Los pocos habitantes de Barrow que apenas alcanzan a comprender qué o quién les está exterminando, se reunen bajo el liderazgo del sheriff local y su mujer. Pronto, descubrirán a qué criaturas se enfrentan y cómo combatirlas. ¿Lograrán echar a los vampiros sin que estos acaben antes con ellos? Eso lo dejo para que leáis el tebeo, que merece la pena.
Los autores, en especial el dibujante, construyen unas viñetas muy densas, oscuras, repletas de niebla, sin contornos definidos, una atmósfera que hace dudar de la imagen que entra por los ojos del lector. Estos elementos, más la aparente falta de perspectiva y las tenebrosas acuarelas de Ben Templesmith, llevan de la mano hacia el ambiente de suspense que constituyen, sin duda, uno de los mayores logros de esta historia. La trama mantiene al lector en vilo durante las 64 páginas que componen 30 Días de Noche.
Un cómic de terror excepcional con introducción de Clive Barker. Además Sam Raimi se ha percatado de las posibilidades de adaptar a la gran pantalla el trabajo de Steve Niles y Ben Templesmith, en unos meses asistiremos al estreno de la película basada en este tebeo.
Tengo en las manos Días Oscuros, la secuela, ya os comentaré si está mejor o peor que su predecesora. 30 Días de Noche y sus continuaciones están publicadas por devir.
©2008 Alejandro Guardiola
Comentarios
Es una cinta inquietante en la cual los vampiros son realmente espeluznantes.