
La novela nos cuenta los problemas de varios personajes: Wallia, Isabella, Beatriz, la Princesa. En apariencia no tienen nada que ver unos con otros. Wallia permanece confinado en un manicomio; Beatriz vive pegada a una tabla de ouija que no cesa de hacerle preguntas sobre ella; Isabella, trabaja para una funeraria y tiene un amante misterioso; la Princesa, aguarda sin poder salir del castillo; Gruma, perdido en un mundo fantástico. Y el misterioso Cioara, que vigila desde las sombras. Todos ellos deambulan en un escenario oscuro, que en ocasiones resulta agobiante como el capítulo del manicomio, con un Wallia que no comprende por qué está interno, además sufre una extraña enfermedad, ve un amante de su mujer Frida donde no lo hay.
En cuanto a la narración, Patricia nos conduce por un mundo que no es lo que parece y cuyos velos van cayendo a medida que pasamos la página. El ambiente es denso, hay pasajes en los que se mastica la tensión, la atmósfera es un pilar fundamental de esta novela, que nos envuelve con su sensualidad.
Uno, autor y aficionado al género de terror, lee con prevención cada nuevo enfoque del tema, mas En Tierra Cruenta me sorprendió. En primer lugar, aborda el tema de manera original, no tenemos mansiones victorianas, ni estrellas del rock, ni góticos de rostro maquillado. En cambio, una serie de personajes que sufren, unos por amor, por insatisfacción, otros porque no logran librarse de la maldición de la familia. Son vaporosos y elegantes, son descarnados y apasionados, son buenos y malvados al mismo tiempo. Personajes con facetas, de tres dimensiones, con motivaciones creíbles y conflictos internos. Segundo, por el escenario. Se nos narran diferentes escenas en distintos tiempos, acordes con las vivencias de los personajes. Consideré un punto a favor que no fuera descrito un lugar en concreto, que no nos dieran referentes reales, porque así se dejaba más espacio a mi imaginación. Tercero, porque la historia converge hacia un punto en el que la madeja se deslía, ofreciéndonos las explicaciones que se nos han ido insinuando en pequeñas dosis a lo largo de la narración.
La novela está narrada con una maestría impresionante, con párrafos por los que hay que pasar una segunda vez para disfrutarlos por completo. Cabe destacar por encima de todos el capítulo dedicado a Wallia en el manicomio. El más largo, pero para mí el más intenso y bien escrito del libro. En él la autora nos hace sentir, consigue transmitir, lo que le ocurre al personaje. En momentos, las paredes y el patetismo del sanatorio nos provocan una sensación de agobio. Asistimos a la locura —¿real o irreal?— de Wallia, mientras los demás personajes de su pedazo de historia pululan alrededor como si se tratara de un carrusel.
Aspectos a mejorar, tengo que decir que encontré redundantes la abundancia de adverbios terminados en –mente. Otro punto en contra, sería la brevedad de la novela. Se lee muy bien sin grandes saltos en el ritmo de la historia, salvo en los últimos capítulos donde la necesidad de concluir se nota en que la velocidad de los acontecimientos se dispara.
A pesar de estos pequeños peros, si unimos una elegante y cuidada redacción con una historia soberbia y curiosa, obtenemos un cóctel de alta literatura que debe ser degustado despacio, porque como todo buen libro deja su poso. Al terminarlo te hace reflexionar. Preguntas del tipo ¿por qué se infravalora tanto la literatura de género en España?, acudieron a mi mente, cuando tenemos excelentes narradores en este medio, como lo es Patricia.
Todavía no he mencionado que se trata de una novela de vampiros. No lo he hecho por descuido, sino porque en la propia historia no se nos indica la palabra vampiro hasta la página 140, que me trajo a la memoria narraciones como El Ansia de Whitley Strieber y Soy Leyenda de Richard Matheson. Sí, porque En Tierra Cruenta nos aporta una perspectiva original, novedosa y creíble del género. Ojalá se escribieran más novelas como esta. En la contraportada se nos menciona a Anne Rice (de la que yo reniego como autora de vampiros), no nos engañemos, no tiene nada que ver con el estilo de la novela de Patricia, y el que se guíe por eso, se equivocará. Este libro debería ser un must en la estantería de todo buen aficionado a la literatura de terror, pues se ha hecho un hueco con mayúsculas en él.
Está publicado por Ediciones Minotauro y resultó finalista del I Premio Minotauro en 2004.
©2007, Alejandro Guardiola
Comentarios
Para completar lo que he publicado sobre el Rincón del Autor de Sedice para seguir tu excelenta crítica : http://www.sedice.com/modules.php?name=Forums&file=viewtopic&t=7084&start=80
Por mí es una de las mejores publicada sobre En Tierra Cruenta con la de David Jasso en Bibliopolis.
Visto desde París, estoy fascinado por la vitalidad de la escena del genero fantástico en lengua española. En España en particular, sobre Sedice o en otro lugar. Sin duda uno de mis sueños sería de poder dirigir una colección hispanohablante para un editor francés … En lugar de esto, acepté desde hace un mes de hacerse redactor jefe de una revista (bien poco literario según mi gusto, por desgracia) lo que me deja poco tiempo para eso en este momento.
Pero con el fin de poder hacer publicar una traducción francesa de En Tierra Cruenta he escribiendo un expediente de prensa en Francés y había comenzado hace algunos meses a prospectar cerca de gente capaz de leer y juzgar una obra en español en las editoriales francesas que me parecen abierto para este estilo y genero. No ya desespero de alcanzar allá tarde o temprano... Con todo modo, no dudo para que esto se haga, por mi intervención o sin, tan el libro de Patricia me parece estupendo por su estilo tan destacado.
Un saludo parisino y suerte a tí para tu proximas publicaciones, te seguiría atentamente sobre tu bitácora.
Manuel Broyer aka Vampire Parisien
Pues he leido el post que has dejado por el Rincón del Autor en Sedice, se complementa a la perfección con este.
Esta obra merece ser libro de cabecera de todo aficionado al género fantástico y al terror en particular.
Me gustaría que más gente la hubiera leido.
La escena fantástica en España no se mueve tanto como piensas. Quizás desde Francia te parezca que es dinámica, pero la realidad es que que quedan muchas cosas buenas por ublicar de autores patrios pero como siempre editores y editoriales por igual no se atreven.
En cuanto a tu proyecto sobre escritores hispanohablantes pues si se da el caso, cuenta conmigo y con mi novela.
Un abrazo Manuel y gracias por tu comentario y por pasarte por aquí de vez en cuando.