Vuelvo con las reseñas para Fantasymundo con The Power una distopía de la autora Naomi Alderman que os recomiendo leer.
"«The
Power»
(Roca Editorial 2017) es la primera novela de Naomi Alderman,
que viene recomendada bajo los auspicios de nada menos que Margaret
Atwood, de quien es ahijada literaria, como se ocupa de
informarnos el blurb de la portada y la información en el
perfil de la autora en las solapas. Por un lado, debido a la
fenomenal acogida de la serie de televisión de la plataforma Hulu
basada en la historia de Atwood «El
cuento de la criada»,
pone las expectativas del lector por las nubes, porque espera una
obra con la misma tensión y opresión que consigue la canadiense en
la suya. Por otro, porque como maniobra comercial es magnífica, si
te gustó la novela de la canadiense, seguro que terminarás por
comprar esta.
La novela de Alderman transcurre por otros derroteros, pero parte de
una premisa de base muy potente y prometedora. Básicamente «The
Power» nos cuenta una
historia en la que las mujeres jóvenes comienzan a adquirir por un
motivo desconocido un poder que es capaz de provocar daños a
cualquiera. Una especie de arco eléctrico que a bajo nivel solo
produce cosquillas, pero que actuando a su máxima intensidad puede
acabar con la vida de una persona en segundos. Esa característica va
a servir para poner patas arriba la sociedad dominada por los
hombres.
La historia está planteada como una suerte de “manuscrito
encontrado” en el que la narración que leemos es el manuscrito que
un autor (para los maniáticos de los patrones como yo, es un
acrónimo con el nombre y el apellido de la autora) le pasa a su
amiga Naomi Alderman para que le haga de lectora cero de lo que
supuestamente es una novela histórica.
Se trata de una idea muy potente que atrapa al lector desde el primer
momento. A mí los personajes no me interesaron mucho, aunque sí su
función en la historia y como son usados para ir construyendo esta.
Menos Roxanne Durke, que me pareció la mejor de los
cuatro protagonistas.
Las cuatro tramas principales están divididas en función de los
cuatro personajes de los que más sabemos porque contamos con sus
puntos de vista, hablamos de tres mujeres y de un hombre: Allison,
que nos da la visión espiritual o religiosa del problema; Roxanne,
que tendría más que ver con lo social; Tunde, un periodista
nigeriano, el periodístico y quizás político; por último,
Jocelyn, el político. Cada uno de ellos nos acerca a una
vertiente del conflicto y algunos están tratados con mejor acierto
que otros. A lo largo de la narración varios de los personajes van
coincidiendo, sus tramas van interconectándose y entonces vamos
teniendo una visión mucho más global de los problemas que se están
produciendo por todo el planeta como consecuencia de que sean las
mujeres las que pueden someter físicamente a los hombres.
Como digo la autora construye una historia especulativa cimentada
sobre una idea fuerza, que quizá, termina por comerse al resto de la
narración. En mi opinión existen varios puntos que deslucen un poco
un libro, que, de otra forma, resultaría redondo. En primer lugar,
creo que la traducción resulta confusa, en especial en las primeras
páginas que son las fundamentales para engancharte a cualquier
historia y a sus personajes. Y parece que no soy el único que piensa
lo mismo, pues en Goodreads varios lectores que comenzaban a
leerla al mismo tiempo que yo, opinaban igual, de hecho, alguno se
pasó a la original en inglés. Segundo, a mi entender Naomi Alderman
ha creado lo que en cine y tele se denomina high concept,
una idea muy ambiciosa, más grande que la
vida, que dirían en USA. Sin embargo, a mi entender, a medida
que vas avanzando en la novela y, en particular, en el último tercio
o las últimas páginas me parece que no sabe explotar las posibles y
devastadoras consecuencias de cuanto nos ha ido proponiendo con
anterioridad, como si se quedara con el acelerador a medio pisar
cuando tiene chasis y motor para hacerlo con total tranquilidad de
que no se va a salir de la carretera. Porque podría afrontar esas
posibilidades abiertas sin ponerse un límite, eso convertiría la
obra en una distopía todavía mucho más inquietante de lo que es.
Posiblemente, porque se trate de su primera obra publicada y en este
tema haya pecado de novel."
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